Cuando hablamos de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) nos referimos al conjunto de acciones o políticas que aprovechan el poder de la naturaleza para abordar algunos de los desafíos socioambientales más urgentes a los que nos enfrentamos como son la amenaza de disponibilidad de agua, el creciente riesgo de desastres naturales o el mayor de todos a los que nos enfrentamos: el cambio climático.
Estas soluciones implican gestionar, proteger y restaurar de manera sostenible los ecosistemas, de manera que aumenten su resiliencia y capacidad para abordar esos desafíos y al mismo tiempo salvaguardar la biodiversidad y mejorar el bienestar de todos los seres vivos. Son soluciones beneficiosas tanto para la naturaleza como para las personas y por ello no podemos dejarlas de lado.
Las soluciones basadas en la naturaleza parten de la noción de que cuando los ecosistemas son saludables y están bien administrados brindan grandes beneficios y servicios esenciales a las personas, tales como como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, garantizar la seguridad de los recursos hídricos, conseguir un aire más limpio para respirar o proporcionar una mayor seguridad alimentaria.
Los bosques son uno de los mejores ejemplos de soluciones basadas en la naturaleza. Albergan el 80% de la biodiversidad terrestre del mundo, proporcionan aire y agua limpios, protegen contra la erosión y los deslizamientos de tierra y ayudan a regular el clima al eliminar el carbono de la atmósfera. Los principales bosques actúan como importantes sumideros de carbono, capturando grandes cantidades de carbono en la biomasa de los árboles y los suelos. Al prevenir la deforestación y la degradación reducen significativamente las emisiones de carbono y al mismo tiempo que evitan los peores impactos de un planeta que se calienta.
El creciente desarrollo urbano ha reemplazado los bosques y los humedales por edificios e infraestructuras no porosas. Lo que conlleva que cuando llueve, las aguas pluviales que no se absorben pueden ocasionar graves inundaciones pudiendo incluso contaminar el agua potable o dañar la vida silvestre. Las soluciones basadas en la naturaleza aplicadas a las urbes, como techos verdes, jardines de lluvia o humedales artificiales, pueden minimizar la escorrentía dañina al absorber las aguas pluviales, reducir los riesgos de inundaciones y salvaguardar los ecosistemas de agua dulce. Además de mantener las ciudades más frescas durante el verano, dar cobijo a las aves y otros polinizadores y promover la salud física y mental de las personas.
Actualmente, más de 130 países ya han incluido acciones que comprenden soluciones basadas en la naturaleza en sus planes climáticos nacionales, en virtud del Acuerdo de París. La protección y restauración de los arrecifes de coral y los bosques de manglares, la preservación de los pastizales y la gestión sostenible de los bosques son estrategias efectivas para frenar el ritmo del cambio climático y mitigar el riesgo de los desastres. Pero las soluciones basadas en la naturaleza no siempre son la mejor respuesta. Plantar árboles no nativos para compensar las emisiones de carbono puede ser perjudicial para la biodiversidad e incluso puede reducir la disponibilidad de agua. Es importante que se tomen decisiones basadas en la ciencia para aplicar la solución correcta en el lugar correcto. Los posibles beneficios climáticos no pueden superar los costes.
Las soluciones basadas en la naturaleza no son las únicas soluciones que deberíamos usar para ayudar a países, comunidades o empresas a adaptarse al cambio climático. Hacer frente a la crisis climática significa ampliar el conjunto de herramientas. Para mitigar los impactos del cambio climático debemos reducir con urgencia nuestras emisiones a escala global y la naturaleza debe estar en el centro de estos esfuerzos. Y las soluciones basadas en la naturaleza, incorporadas de manera reflexiva junto con las soluciones tradicionales y los objetivos basados en la ciencia, podrían ser clave para liberar el potencial que tenemos para proteger a las personas y la vida silvestre.